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jueves, 13 de agosto de 2015

LA TIRANÍA DEL LAICISMO, LAS PROVINCIAS, 28 DE ENERO DE 2008

LA TIRANÍA DEL LAICISMO

     Presumimos de vivir en libertad, de que gracias al progreso nuestra sociedad va encaminada hacia un principio basado en la libertad y la tolerancia, fruto de una democracia sana que busca lo mejor para el hombre. Lo que teníamos que preguntarnos es, ¿que es lo que ocurre cuando una de las ideologías dominantes en la sociedad intenta apoderarse del poder absoluto y eliminar a las demás? Pues es muy sencillo, acudimos a la dictadura y a la eliminación de la democracia basada en unos valores de tolerancia y de diálogo.
     Si nos fuéramos en el diccionario de la real academia de la lengua española podríamos encontrar la definición de tiranía, y ésta diría lo siguiente; abuso o imposición en grado extraordinario de cualquier poder de fuerza o superioridad. A esto tendríamos que unir algo que tanto se está hablando estos días, incluso algún partido insinuaba la creación de una especie de ministerio del laicismo, pero, ¿qué entendemos por laicismo?; es la doctrina que defiende la independencia del hombre o de la sociedad, y más particularmente del Estado respecto de cualquier organización o confesión religiosa.
     La combinación de estas dos palabras nos lleva a la situación en la que nos encontramos actualmente en España y en otros países de Europa y del mundo. La imposición de un libre pensamiento lleva a no tolerar nada que tenga que ver con la religión, la sociedad quiere vivir al margen de Dios, como si la existencia de éste fuera una invención y un lastre para una sociedad que presume de moderna. Pero que en la práctica se puede ver como destruye los principios fundamentales del hombre, de su orden natural, y en definitiva su razón de ser y de existir.
     Debe se lícito tolerar las diferentes formas de pensar y de actuar, y precisamente por este motivo una sociedad madura debe ser tolerante con ellas; cuando un gobierno no consiente que haya personas que pertenecen a una ideología o a una religión, que no piensen como ellos, estamos cortando de raíz los pilares fundamentales de una sociedad justa y equilibrada, porque ésta se basa en el respeto.
     El gobierno socialista español está utilizando la tiranía, el ataque a la libertad de expresión porque muchos católicos no están de acuerdo con sus actuaciones, y el gobierno actúa descalificando a la Iglesia y haciendo demagogia. No pueden en nombre de la libertad negar los diferentes puntos de vista, creen que la única manera de actuar y pensar es la suya, y las demás son intolerantes, son tiranos en posesión de su verdad absoluta basada en el relativismo y la improvisación.
     La corriente del laicismo no sólo ocurre en España también pudimos ver hace unos días como el Santo Padre Benedicto XVI, fue invitado a pronunciar una conferencia en la inauguración del curso académico en la “Sapienza, Universidad de Roma”, el pasado jueves 17 de enero; debido al mal clima que se había creado ante las amenazas de las protestas de algunos profesores y alumnos, que habían amenazado con realizar actos violentos, el Santo Padre optó por cancelar la visita.
     El Papa hizo una invitación especial a los jóvenes en la Plaza de San Pedro para rezar el Angelus, se dieron cita más de doscientas mil personas, donde le mostraron su apoyo ante las presiones de los intolerantes.
     Ante actitudes como estas, en donde se persiguen a las personas con las que no se comparte el pensamiento, habría que preguntarse de nuevo hacia donde camina una intolerancia violenta que priva de la libertad y de los derechos fundamentales.
     El Papa pronunció unas palabras alentando a los jóvenes universitarios de todo el mundo a ser siempre respetuosos con las opiniones ajenas a las de uno y a buscar, con un espíritu libre y responsable, la verdad y el bien.
     Un estado nunca debe ser intolerante y atentar contra los valores fundamentales, los católicos como ha dicho el Santo Padre, tenemos que buscar el bien y la verdad, y por este motivo cuando una sociedad, un gobierno atente contra lo más sagrado e importante del ser humano como es la vida y la familia, debe salir con valentía y coraje a defender la verdad que nos hace libres.
     La verdad siempre triunfa, y aunque un movimiento social, temporal quiera imponer unas normas con el insulto y la calumnia, nunca hay que desanimarse del ataque de los intolerantes que no creen en la verdadera democracia, que se fabrican una como Fidel Castro o Hugo Chaves, una democracia que solo tiene una verdad que es la suya, y los demás son insurgentes rebeldes, esa es la verdadera tiranía del laicismo que elimina a Dios y entroniza al hombre.


JAVIER ABAD CHISMOL


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