LA TIRANÍA DEL LAICISMO
Presumimos de vivir en libertad, de que
gracias al progreso nuestra sociedad va encaminada hacia un principio basado en
la libertad y la tolerancia, fruto de una democracia sana que busca lo mejor
para el hombre. Lo que teníamos que preguntarnos es, ¿que es lo que ocurre
cuando una de las ideologías dominantes en la sociedad intenta apoderarse del
poder absoluto y eliminar a las demás? Pues es muy sencillo, acudimos a la
dictadura y a la eliminación de la democracia basada en unos valores de
tolerancia y de diálogo.
Si nos fuéramos en el diccionario de la
real academia de la lengua española podríamos encontrar la definición de
tiranía, y ésta diría lo siguiente; abuso o imposición en grado extraordinario
de cualquier poder de fuerza o superioridad. A esto tendríamos que unir algo
que tanto se está hablando estos días, incluso algún partido insinuaba la
creación de una especie de ministerio del laicismo, pero, ¿qué entendemos por
laicismo?; es la doctrina que defiende la independencia del hombre o de la
sociedad, y más particularmente del Estado respecto de cualquier organización o
confesión religiosa.
La combinación de estas dos palabras nos
lleva a la situación en la que nos encontramos actualmente en España y en otros
países de Europa y del mundo. La imposición de un libre pensamiento lleva a no
tolerar nada que tenga que ver con la religión, la sociedad quiere vivir al
margen de Dios, como si la existencia de éste fuera una invención y un lastre
para una sociedad que presume de moderna. Pero que en la práctica se puede ver
como destruye los principios fundamentales del hombre, de su orden natural, y
en definitiva su razón de ser y de existir.
Debe se lícito tolerar las diferentes
formas de pensar y de actuar, y precisamente por este motivo una sociedad
madura debe ser tolerante con ellas; cuando un gobierno no consiente que haya
personas que pertenecen a una ideología o a una religión, que no piensen como
ellos, estamos cortando de raíz los pilares fundamentales de una sociedad justa
y equilibrada, porque ésta se basa en el respeto.
El gobierno socialista español está
utilizando la tiranía, el ataque a la libertad de expresión porque muchos
católicos no están de acuerdo con sus actuaciones, y el gobierno actúa descalificando
a la Iglesia y haciendo demagogia. No pueden en nombre de la libertad negar los
diferentes puntos de vista, creen que la única manera de actuar y pensar es la
suya, y las demás son intolerantes, son tiranos en posesión de su verdad
absoluta basada en el relativismo y la improvisación.
La corriente del laicismo no sólo ocurre
en España también pudimos ver hace unos días como el Santo Padre Benedicto XVI,
fue invitado a pronunciar una conferencia en la inauguración del curso
académico en la “Sapienza, Universidad de Roma”, el pasado jueves 17 de enero; debido
al mal clima que se había creado ante las amenazas de las protestas de algunos
profesores y alumnos, que habían amenazado con realizar actos violentos, el
Santo Padre optó por cancelar la visita.
El Papa hizo una invitación especial a los
jóvenes en la Plaza de San Pedro para rezar el Angelus, se dieron cita más de
doscientas mil personas, donde le mostraron su apoyo ante las presiones de los
intolerantes.
Ante actitudes como estas, en donde se
persiguen a las personas con las que no se comparte el pensamiento, habría que
preguntarse de nuevo hacia donde camina una intolerancia violenta que priva de
la libertad y de los derechos fundamentales.
El Papa pronunció unas palabras alentando
a los jóvenes universitarios de todo el mundo a ser siempre respetuosos con las
opiniones ajenas a las de uno y a buscar, con un espíritu libre y responsable,
la verdad y el bien.
Un estado nunca debe ser intolerante y
atentar contra los valores fundamentales, los católicos como ha dicho el Santo
Padre, tenemos que buscar el bien y la verdad, y por este motivo cuando una
sociedad, un gobierno atente contra lo más sagrado e importante del ser humano
como es la vida y la familia, debe salir con valentía y coraje a defender la
verdad que nos hace libres.
La verdad siempre triunfa, y aunque un
movimiento social, temporal quiera imponer unas normas con el insulto y la
calumnia, nunca hay que desanimarse del ataque de los intolerantes que no creen
en la verdadera democracia, que se fabrican una como Fidel Castro o Hugo
Chaves, una democracia que solo tiene una verdad que es la suya, y los demás
son insurgentes rebeldes, esa es la verdadera tiranía del laicismo que elimina
a Dios y entroniza al hombre.
JAVIER ABAD CHISMOL
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