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jueves, 13 de agosto de 2015

LOS MOTIVOS DE FE DE ZP, LAS PROVINCIAS, 18 DE FEBRERO DE 2008

LOS MOTIVOS DE FE DE ZP

     Motivos para creer, motivos para ironizar, para burlarse, para ser un gran maestro del cinismo, es decir, utilizar aquello que es contrario a una forma de pensar o actuar. Su slogan es la aspiración del líder socialista a ser como un dios, un culto basado en su persona, toda una estrategia realizada al mejor estilo de los movimientos fascistas y comunistas.
     Da  miedo ver hasta que punto una persona puede llegar a creerse sus mentiras, a creerse por encima del bien y el mal, poseedor de una verdad que quiere elevar al grado de la creencia, esas son sus razones para creer en la improvisación y en la crispación.
     Un gobierno que está atacando a las creencias religiosas quiere convertirse en la nueva fe, en la nueva ideología al estilo marxista, eliminar a la religión que es el opio del pueblo para sustituirlo por el pensamiento progresista que está por encima de cualquier creencia o religión.
    Como dicen muy bien, “no es lo mismo”, por supuesto que no, una cosa es creer en un orden natural de las cosas, en un principio creador, y otra muy distinta es creerse capaz de manipular el orden de las cosas, de la moral, de la ética, todo en función de un avance que presume de ser social cuando lo que hace realmente es destruir al hombre, una política social construida sobre la comodidad de unos sobre otros, así como la eliminación de los más débiles o desplazados de la sociedad.
     Esos son los logros que presumen el actual gobierno, avances sociales, y una propuesta económica que se basa en el gasto y no en la producción. Leyes como la de la dependencia, leyes que sobre el papel están muy bien, que son populistas, y que a nadie que escuche alguna de estas propuestas le pueden parecer mal, pero que luego resulta que a la hora de la práctica quien lo solicita se encuentra con la sorpresa de que no hay fondos, que la administración central lo deriva a las autonomías, y estas no les pueden dar salida.
    Ayudas para la independencia que luego no son viables. Las razones para creer deben ser los hechos y no los papeles, porque el papel lo aguanta todo pero luego la realidad es muy distinta. Creer en presupuestos optimistas y engañosos, en una partitura bonita pero que luego es imposible interpretarla.
     El símil de la fe, de las creencias, lo veo una burla para todas las personas que se sienten acosadas y perseguidas porque no piensan como ellos, una persecución que no se basa en la pura intuición sino en amenazas públicas a todos aquellos que no piensan igual, frases directas que no tienen ningún miedo de pronunciar, amenazas para después del 9 de marzo.
     No cabe ninguna duda, de que lo mejor para España no es la creencia en un presidente que nos ha llevado a la crispación, un gobierno de extrema izquierda que hace alarde de ser progresista, que no respeta, que quiere marcar una velocidad a la sociedad que no es capaz de soportar, eso no es una razón para creer, menos leyes, menos papel mojado, menos regalos con el dinero de todos, y más una política social que apueste por el equilibrio y por la sensatez.
      El insulto, la mentira, la calumnia, sólo consigue la situación con que nos encontramos. Cuando los dirigentes se saltan las normas de convivencia y respeto esto salpica a toda la sociedad, y lo estamos comprobando actualmente. Todo el foco de violencia generalizada se produce cuando las leyes, cuando las cabezas caen en el juego más bajo de tolerar la violencia y le insulto. Verdaderos casos de acoso, de amenazas, de insultos, a personas de ideología contraria a la del gobierno de ZP, y la callada por respuesta.
     Luego no podremos estar orgullosos de los avances sociales de Zapatero: “Dime de que presumes y te diré de que careces”. La violencia de género, la cantidad de divorcios, la violencia callejera, el aumento de la delincuencia, la falta de respeto a cualquier persona de autoridad como el maestro, el médico, la policía, autoridades religiosas. Nos han llevado a unas medidas sociales que quieren curar cuando ya está hecha la herida, pero no se proponen medidas que puedan evitar todo eso, medidas que se fundamentan en la educación, la formación, la familia, los medios de comunicación y unas leyes preventivas.
     El exceso de liberalismo hace que una sociedad pierda el rumbo de donde quiere ir, y esos son los motivos para creer de ZP, en definitiva, inseguridad, crispación, falta de criterio, la mentira para perpetuarse en el poder, y la amenaza a todas aquellas personas  o colectivos que no piensen como ellos.


JAVIER ABAD CHISMOL

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